Gato bengalí, curiosidades y cuidados
El gato bengalí o gato de Bengala es el resultado único del cruce entre un gato leopardo, originario de Asia, y un gato doméstico. Se caracteriza por el dibujo atigrado de su pelaje y por su peculiar afición por el agua. Así como por su carácter, en el que se mezcla un espíritu aventurero con el gusto por los mimos y la compañía.
El gato bengalí fue reconocido como raza por la International Cat Association en 1985. Su mayor rasgo característico es su pelaje aterciopelado, extremadamente suave, espeso y corto, que le hace parecer un “mini leopardo” dándole un aspecto salvaje. Tiene la punta del rabo negra y la tripa y almohadillas moteadas.
Otra de las peculiaridades de estos gatos es su maullido, más corto y cerrado que el de otros gatos. También su gusto por el agua, una herencia del su ancestro el gato leopardo asiático, que era un gran pescador.
El gato bengalí se adapta muy bien a la vida en familia y a la convivencia con otras mascotas. Su lado doméstico hace que sea dócil y cariñoso, mientras que su lado salvaje le convierte en un gato inteligente, activo y curioso.
Una curiosidad sobre estos gatos es que cuando son cachorros su pelo es de color gris, y más tarde, en la edad adulta, evoluciona a ese característico pelaje de leopardo.
Cuidados del gato bengalí
Los gatos de Bengala necesitan unos cuidados menos exigentes que otras más delicadas, como los gatos persas por ejemplo. Bastará con darles una alimentación rica en proteínas, cepillarlos con regularidad (una vez a la semana), vigilar sus oídos y dedicarles tiempo y atención.
Esto último es importante, ya que son gatos muy activos, por lo que si no pasas mucho tiempo en casa o no tienes mucho tiempo para dedicarle, quizás esta raza de gatos no sea la mejor opción para ti.
Estos gatos necesitan espacio, ejercicio físico y estimulación a través de juegos. También agradecen disponer de agua donde poder bañarse de vez en cuando. Por ejemplo en la bañera de casa, o en un balde o cubo con algo de agua donde poder jugar.
Además les gustan las salidas al exterior, por lo que será importante que estén bien protegidos con antiparasitarios para prevenir las infestaciones por pulgas, garrapatas y otros parásitos.
En el caso del gato bengalí nuestro collar antiparasitario natural para gatos te será muy útil porque es resistente al agua, además está fabricado en caucho hipoalergénico para evitar reacciones alérgicas en la piel del animal y cuenta con una hebilla de seguridad ergonómica para evitar que se caiga o el propio gato se lo quite.
Si quieres reforzar la protección, combina el collar con las pipetas antiparasitarias naturales. En este caso, se recomienda aplicar la mitad de la pipeta en medio de la espalda y la otra mitad de la pipeta al final de la espalda del gato, justo delante de la cola. Para aplicar la pipeta correctamente, es importante levantar el pelo del gato para que el líquido entre en contacto con la piel del animal.
Puedes ampliar la información sobre la correcta aplicación de las pipetas antipulgas en este vídeo.
Los gatos bengalís tienden a producir mucha cera en sus oídos. Por ello, hay que revisar sus oídos con frecuencia para asegurarnos de que no se les formen tapones ni desarrollen otitis. Si ves que se les acumula suciedad y cera en el oído, puede retirarla con una gasa limpia para cada oído sin ahondar en el canal auditivo.
NUNCA UTILICES BASTONCILLOS ya que les puedes perforar el tímpano en un mal movimiento.