Mi perro no come ¿a qué se debe?
La falta de apetito de los perros puede deberse a muchos motivos. Si estás preocupado porque tu perro no come, repasamos algunas de las causas y te damos algunos consejos para estimular sus ganas de comer.
Si tu perro no come lo primero y más importante es determinar la causa. La falta de apetito puede estar producida por alguna enfermedad. Desde trastornos digestivos leves hasta infecciones producidas por virus o parásitos y/p alguna patologías graves, como el parvovirus canino.
En el primer caso, un ayuno de 12-24 horas puede ser suficiente para restablecer el tránsito intestinal. Después de este periodo, se recomienda introducir los alimentos progresivamente, empezando por una dieta blanda, con alimentos de fácil digestión (arroz hervido con pollo o zanahoria cocida, por ejemplo).
La ausencia de apetito puede estar asociada a otros síntomas, como vómitos, diarrea, fiebre, decaimiento… En el caso de los cachorros y/o los perros de edad avanzada, es importante acudir al veterinario lo antes posible dado que son más vulnerables.
El estrés o la depresión pueden ser dos de los factores que provoquen que tu perro deje de comer. Procura proporcionarle un ambiente relajado, en el que esté cómodo y con sus juguetes favoritos, y préstale más atención.
Asimismo, detrás de la falta de apetito pueden estar patologías de tipo mecánico, como traumatismos (faciales, dentales o craneales) o, incluso, la introducción de algún objeto en la nariz, el estómago o el tracto digestivo de nuestra mascota.
Consejos si tu perro no come
De cara a ir reintroduciendo la alimentación a tu perro, recurre a alimentos especiales, preferiblemente de textura pastosa o líquida (comida húmeda gastrointestinal, por ejemplo).
Podemos calentar los alimentos para estimular el olfato de nuestro perro y con él su apetito. Recurre a comidas que le gusten. El caldo de pollo, la carne o el pescado son buenas opciones en estos casos.
Una de las causas que pueden llevar a que tu perro no coma es simplemente el aburrimiento. Puede ser que está cansado de su dieta habitual, introduce alguna variación de vez en cuando, combinándola con algún alimento más apetitoso.
Prueba a mojar su pienso con agua tibia para que se ablande y forme una especie de pasta. Reparte la comida en más raciones y más pequeñas a lo largo del día.
Si la situación de alarga en el tiempo acude a tu veterinario para que le haga las pruebas pertinentes y determine si esa falta de apetito puede estar asociada a alguna patología de mayor gravedad.
