¡Alerta orugas procesionarias! riesgos para tu perro
Las orugas procesionarias del pino desprenden unas sustancias tóxicas que pueden ser peligrosas para tu perro. Te damos algunos consejos saber cómo actuar si se produce un contacto.
Las orugas procesionarias del pino son conocidas científicamente como haumetopoea pityocampa. Se trata de unas polillas muy comunes en los pinares que, en su fase de larvas adoptan forma de oruga. Tienen unos 3 cm.de largo y unos filamentos a los lados muy tóxicos. Estas orugas descienden de los árboles para enterrarse en el suelo, desplazándose como si fuesen en procesión (de ahí su nombre)
Si entran en contacto con tu perro, las partes más afectadas suelen ser el hocico, la boca, las almohadillas de las patas y los ojos. Pueden provocar dermatitis, problemas estomacales, conjuntivitis y/o infecciones de garganta y dificultades para respirar. Si tu mascota las ingiere o las introduce en su boca la intoxicación puede llegar a ser mortal.
Uno de los síntomas más significativos del contacto de tu mascota con las orugas procesionarias lo observarás en su lengua. Pueden producir su inflamación, ulceración o erosión. La hipersalivación, decaimiento o la hipertermia son otros de los síntomas frecuentes.
Cómo actuar tras el contacto
Si sospechas que tu perro ha estado en contacto con alguna oruga procesionaria y empieza a sentir molestias, lava la zona afectada con abundante agua templada. Eso sí, utiliza guantes y no le frotes porque puedes provocar más irritación si rompes alguno de los filamentos de la oruga.
A continuación, acude inmediatamente a tu veterinario/a para que valore el alcance del contacto y determine el tratamiento (habitualmente con corticoides, antihistamínicos, protectores gástricos o antibioterapia) . Una reacción rápida tras la picadura puede ser determinante para minimizar las consecuencias.
Y como siempre decimos, la prevención es siempre la mejor alternativa. Así que lo más importante es evitar los paseos en zonas de pinares, sobre todo en los meses de primavera.