5 tips para cuidar a tu mascota frente al frío
El descenso de las temperaturas hace que tengamos que adaptar nuestros hábitos. También en lo que respecta a cuidar a tu mascota frente al frío, ¡te damos algunos consejos!
Si quieres cuidar a tu mascota frente al frío, has de tener en cuenta algunas cuestiones, como adaptar la alimentación y los baños. También deberías prestar especial atención al cuidado de sus almohadillas o su nariz, zonas especialmente sensibles frente al frío.
Evita los contrastes de temperatura
La bajada de temperaturas hace que, en algunas ubicaciones, sea recomendable adaptar los horarios de las salidas al exterior. Para cuidar a tu mascota en invierno, evita salir a pasear las horas más frías del día y procura minimizar el contraste de la temperatura entre exterior e interior en la medida de lo posible.
Champú para perros para lavado en seco
Los baños en casa pueden convertirse en un problema con la bajada de temperaturas. Durante las semanas más frías del año puedes recurrir a un champú para perros en espuma para la higiene en seco. No es necesario aclarado y cuenta con propiedades antisépticas y desodorantes. Puedes ampliar la información en este artículo de nuestro blog.
Cuidar a tu mascota frente al frío
El frío acelera la deshidratación de la piel. Para reducir su impacto, es importante que seques a tu perro después de salir al exterior. Si ves que su piel está irritada puedes utilizar un spray calmante, que repara e hidrata en profundidad la piel seca o irritada.
Cuidado de la nariz
El frío y la falta de sol pueden provocar en algunos casos que se despigmente la zona de la nariz. Para proteger y reparar esta zona puedes recurrir a un bálsamo específico para esta zona. En Disane contamos con una opción elaborada con ingredientes naturales, lo que garantiza su seguridad aunque tu perro se lama la zona. Tienes toda la información en este enlace.
Cuidado de las almohadillas
Otra de las zonas más sensibles frente al frío son las almohadillas. Es importante que las revises después de las salidas al exterior, y que retires los restos de hielo o nieve si los hubiera.
Si ves que la zona está agrietada o inflamada, utiliza un bálsamo para almohadillas.