¿Es verdad que las personas con mascotas son más felices?
El próximo 20 de marzo se celebra el Día de la Felicidad y hemos querido aprovechar la ocasión para reflexionar sobre cómo las mascotas pueden hacer que seamos más felices.
Tener una mascota sirve para combatir la soledad y, además, en el caso de los perros, para incentivar el ejercicio físico. De esta forma, los dueños de mascotas tienen más y mejores herramientas para hacer frente al estrés y suelen presentar un mayor grado de empatía y de compasión hacia los demás.
Según los resultados de una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psiquiatría, el 86% de los propietarios sienten que sus mascotas tienen un impacto mayoritariamente positivo en su salud mental.
Tener una mascota puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en sus dueños. También aumenta el nivel de oxitocina, la llamada hormona de la felicidad, que hace se reduzca la presión arterial y la frecuencia cardíaca aportando una sensación de calma y tranquilidad.
Además, puede aumentar los niveles de actividad física, sobre todo en el caso de los perros gracias a los paseos. Algo muy positivo a la hora de reducir la presión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos.
Mascotas y problemas mentales
Según los resultados de un estudio publicado por la American Psychological Association, los perros de terapia son especialmente útiles para reducir la falta de atención y la disminución de las habilidades sociales asociadas al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños.
El simple hecho de acariciar a las mascotas, puede aliviar la ansiedad y aumentar los comportamientos sociales en niños con autismo.
Otro de los grupos en los que se han demostrado sus beneficios es en el de las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) y en personas mayores. Fomentan las interacciones sociales previniendo el aislamiento y la soledad.
Eso sí, los expertos advierten que es importante que cada persona encuentre la mascota adecuada y, en el caso de los perros, la raza que mejor se adecúe a su personalidad. Por ello, antes de escoger se recomienda tener en cuenta aspectos como nuestro hábitos y rutinas (tiempo del que disponemos, si nos gusta ir a correr, salir a la naturaleza, o somos más caseros, por ejemplo).