Pastor alemán, características y peculiaridades

Su inteligencia y la facilidad a la hora de aprender y atender a órdenes, hacen que la del pastor alemán sea una de las razas de perros más frecuentes en servicios de emergencias y rescate (perros policía, de detección de explosivos y drogas, rescate tras terremotos, etc.)

El pastor alemán es un perro grande, robusto y fuerte. Pertenece a las razas llamadas de trabajo y es una de las razas que más se adaptan a todo tipo de condiciones. Eso sí, los pastores alemanes necesitan realizar ejercicio físico a diario y a ser posible en espacios abiertos.

El origen de esta raza, como su propio nombre indica, está en Alemania. Inicialmente se criaban como perros pastor, que cuidaban y protegían a las ovejas.

El pastor alemán es un perro obediente, seguro de sí mismo, fiel y valiente. Son perros vigilantes, un poco desconfiados con los desconocidos pero, dado que se lleva muy bien con los niños y con otros animales domésticos, está recomendado para la vida en familia.

Los machos tienen una altura de entre 60 y 65 cm y las hembras de entre 55 y 60 cm. Dentro de la raza encontramos perros de pelo corto y de pelo largo. En cuanto al color del pelaje, suele ser negro con manchas marrones, amarillas o grises. Aunque también pueden ser completamente negros o grisáceos.

Entre las enfermedades propias de esta raza figuran la displasia de cadera y de codo, enfermedades oculares, alergias y/o enfermedades digestivas.

A la hora de incorporar un pastor alemán a la familia, hay que tener presente que  los cachorros necesitan un mínimo de tres meses junto a su madre antes de ser entregados

Cuidados del pastor alemán

Los pastores alemanes, por las peculiaridades de su pelaje, requieren de al menos un buen cepillado semanal. No es necesario cortarles el pelo. Se debe bañar cada seis u ocho semanas, y hay que cuidar sus uñas.

En lo que respecta a la alimentación, los expertos recomiendan evitar la comida demasiado energética y el exceso de grasas, para moderar el crecimiento del perro durante los primeros meses. Al tratarse de una raza que presenta problemas con las articulaciones es mejor evitar que crezca demasiado.

Hay que cuidar sus ojos, orejas y dientes. El pastor alemán es una raza que tiene el conducto auditivo pequeño, por lo que son propensos a las otitis y a las infecciones de oído. Es importante mantener una buena higiene auricular para prevenir que la cera y la suciedad se acumulen y provoquen este tipo de problemas. Hay que utilizar productos adaptados al pH de la piel del perro y formulados bajo control veterinario para no provocarles irritaciones, picores y/o dermatitis. Puedes recurrir a los productos naturales de Disane, concretamente al limpiador de oídos para mantener sus oídos sanos respetando la piel sensible de las orejas y evitando los malos olores. Para más información sobre como limpiar los oídos de tu perro, puedes consultar este vídeo.

Es importante, como en todas las razas de perros, llevar al día la cartilla de vacunas y las revisiones con el veterinario.

El pastor alemán necesita realizar mucho ejercicio. por lo que no hay que descuidar sus paseos diarios y dedicar un tiempo diario a jugar con ellos.