¿Por qué mi gato no usa el arenero?
El hecho de que un gato orine fuera del arenero puede ser un problema puntual o convertirse en un hábito si no se actúa a tiempo. Por ello, si quieres corregir este comportamiento es importante que tomes medidas cuanto antes.
En primer lugar, tendrás que descartar que detrás de este problema no haya alguna enfermedad. Entre las patologías que pueden producir esta micción fuera de lugar figuran enfermedad renal, diabetes, cistitis, diarrea o estreñimiento, problemas neurológicos, osteoartritis, impedimentos visuales u olfatorios, disfunción cognitiva e hipertiroidismo.
Ten en cuenta asimismo si puede tratarse de un marcaje de origen sexual. Si tu gato está esterilizado puedes descartar este motivo.
Otra posible causa puede ser el estrés. Analiza si ha habido algún cambio importante que pueda motivar esta conducta, como un cambio de casa, un nuevo miembro en la familia…
Para combatir el estrés ofrécele alguna distracción, como un rascador para gatos. También puedes recurrir a un spray anti estrés.
Puedes ampliar la información sobre cómo combatir el estrés de los gatos en este artículo de nuestro blog.
Arenero, ubicación y características
Es importante que tengas en cuenta también las características y disposición del arenero. Asegúrate de que no has modificado ningún elemento, como el tipo de sustrato o de arena. Los gatos suelen preferir arenas suaves y finas, sin aromas y aglomerantes.
Utiliza un sustrato lo más neutro posible y mantén limpio el arenero, retirando las heces cada día y con una limpieza más a fondo al menos una vez por semana. Usa agua y jabón y evita productos con amoniaco o químicos fuertes.
El sustrato debe tener una profundidad de al menos tres centímetros, de forma que puedan escarbar y esconder sus deposiciones.
Sitúa el arenero en una zona tranquila y apartada, a ser posible lejos de la zona en la que come. Y si tienes más de un gato, dispón de un arenero para cada uno.
Y escoge un arenero de suficiente tamaño, al menos 1,5 veces la longitud de tu gato.