Si tienes perro, ¡cuidado con las orugas procesionarias!
El contacto con las orugas procesionarias puede ser muy peligroso para los perros. Si vives en una zona con pinos, es importante que tomes precauciones en las salidas con tu mascota.
Las ‘Thaumetopoea pityocampa‘, más conocidas como orugas procesionarias por su forma de desplazarse en hileras desprenden unas sustancias tóxicas que puede llegar a ser mortal para un perro. De hecho, las espinas urticantes que las cubren contienen una toxina llamada ‘thaumatopina’.
Las orugas procesionarias elaboran sus nidos en las copas de los pinos, y al acercarse la primavera, las larvas descienden en procesión. Si tu mascota toca sus filamentos esto puede provocarle dermatitis, conjuntivitis, problemas estomacales, dificultad para respirar y, si llega a tragarlas o las introduce en su boca, puede llegar a tener una intoxicación que acabe con su vida.
Para prevenir las consecuencias de un posible contacto, vigila a tu mascota, sobre todo si sale al exterior en zonas con pinos.
Consejos tras el contacto con orugas procesionarias
Ante cualquier indicio de que tu perro haya estado en contacto con orugas procesionarias, es muy importante actuar con rapidez.
Entre los primeros síntomas, fíjate bien en su lengua, si tiene inflamación, ulceración o erosión. Sigue estos consejos:
- Lava la zona afectada con agua templada o caliente (el calor desactiva la toxina). Es muy importante que al hacerlo uses guantes y que no frotes la zona, porque esto podría acentuar la irritación si rompieses alguno de los filamentos de las orugas.
- Evita que tu perro se lama la zona.
- Acude rápidamente al veterinario para que determine el grado de afectación y su posible tratamiento.