Las temperaturas asfixiantes de estos días hacen que haya que reforzar las medidas para cuidar a tu perro. ¡Te damos algunos consejos para refrescarle y prevenir así los golpes de calor de tu mascota!
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Los perros son más vulnerables frente al calor que las personas ya que no tienen glándulas sudoríparas. Por ello, si quieres cuidar a tu perro este verano, con la subida de temperaturas, deberás estar alerta para que se mantenga fresco e hidratado.
Entre los síntomas a los que deberías prestar atención para detectar un posible golpe de calor figuran: confusión, ansiedad, aturdimiento, saliva excesiva con jadeos y gemidos y encías enrojecidas, piel caliente, convulsiones, aumento del ritmo cardíaco, diarrea…
Si detectas alguno de estos síntomas, deberás de intentar bajar su temperatura refrescando a tu mascota con agua no demasiado fría. Hazlo sobre todo humedeciendo sus almohadillas, hocico, cabeza, cuello y axilas.
Coloca a tu mascota en un lugar sombrío y fresco. Puedes recurrir a una cama refrescante para perros. Tienes más información en este enlace.
Si la temperatura de tu mascota no desciende rápidamente o no observas ninguna mejora, acude urgentemente a tu veterinario/a.
Estate especialmente alerta si tu perro tiene edad avanzada, sobrepeso, tienes problemas previos de tipo respiratorio o cardíaco, o pertenece a una raza de nariz chata.
El consejo más importante para prevenir los problemas asociados a las altas temperaturas es que no dejes nunca a tu perro solo en el coche.
Procura que siempre tenga agua fresca a su alcance y que disponga de un sitio con sombra para refugiarse del calor.
Evita las salidas al exterior a las horas centrales del día, procura sacarle a pasear a primera o a última hora.
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Los perros son más vulnerables frente al calor que las personas ya que no tienen glándulas sudoríparas. Por ello, si quieres cuidar a tu perro este verano, con la subida de temperaturas, deberás estar alerta para que se mantenga fresco e hidratado.
Entre los síntomas a los que deberías prestar atención para detectar un posible golpe de calor figuran: confusión, ansiedad, aturdimiento, saliva excesiva con jadeos y gemidos y encías enrojecidas, piel caliente, convulsiones, aumento del ritmo cardíaco, diarrea…
Si detectas alguno de estos síntomas, deberás de intentar bajar su temperatura refrescando a tu mascota con agua no demasiado fría. Hazlo sobre todo humedeciendo sus almohadillas, hocico, cabeza, cuello y axilas.
Coloca a tu mascota en un lugar sombrío y fresco. Puedes recurrir a una cama refrescante para perros. Tienes más información en este enlace.
Si la temperatura de tu mascota no desciende rápidamente o no observas ninguna mejora, acude urgentemente a tu veterinario/a.
Estate especialmente alerta si tu perro tiene edad avanzada, sobrepeso, tienes problemas previos de tipo respiratorio o cardíaco, o pertenece a una raza de nariz chata.
Consejos para cuidar a tu perro este verano
El consejo más importante para prevenir los problemas asociados a las altas temperaturas es que no dejes nunca a tu perro solo en el coche.
Procura que siempre tenga agua fresca a su alcance y que disponga de un sitio con sombra para refugiarse del calor.
Evita las salidas al exterior a las horas centrales del día, procura sacarle a pasear a primera o a última hora.
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